Chamacos, como olvidar ese momento cuando corríamos al televisor para poder disfrutar del divertido programa, el «El chavo del 8».
Roberto Gómez Bolaños tenía 42 años, cuando la idea de crear este programa llegó, los niños eran protagonizados por adultos en los sketches que transmitían el famoso programa «Chespirito», sin ser planeado, «El chavo», se convirtió en el más popular y cuando Televisa adquirió el canal, en 1973, obtuvo su propio programa al igual que el Chapulín Colorado.
Fue el 20 de junio de 1971 cuando este programa se emitió por primera vez, se convirtió en una serie semanal de media hora, bajó la dirección de Enrique Segoviano. El número de programas grabados fue cercano a los 1.300, según la revista Forbes, generaron ganancias de 1.700 millones de dólares para Televisa e ingresos de 15 millones de dólares para Gómez Bolaños.
El éxito de El Chavo del 8 fue tal que era transmitido en varios países de Hispanoamérica con alto nivel de audiencia, logró convertirse en un programa tan popular que en 1975 se estimó que era visto por más de 350 millones de televidentes cada semana. Un récord que hoy en día no existe en la televisión mexicana. Gracias a dicha popularidad, el elenco realizó una gira mundial a países en los que el programa se transmitía y, en una serie de presentaciones, el elenco bailaría y actuaría frente al público.
La última emisión de El Chavo del 8 como programa independiente se dio el 1 de enero de 1980, aunque continuó como parte de Chespirito hasta el 12 de junio de 1992.
Detrás de cámaras…
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El famoso capítulo donde el chavo y sus amigos van de vacaciones al puerto de Acapulco fueron grabados en el Hotel Acapulco Continental (actualmente hotel Emporio) en el año de 1977, ya que Emilio Azcárraga Milmo, dueño de la televisora, compró dicho hotel y buscaba promocionarlo entre los televidentes.
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Miles de turistas buscan la dirección de la famosa vecindad del chavo para poder visitarla, sin embargo, nunca existió realmente, los capítulos se grabaron en los estudios de Televisa Chapultepec, se dice que la escenografía original está guardada en los almacenes de Televisa y otra parte en la casa de Chespirito, pero esto no se confirmó hasta la fecha.