Es una realidad que hay muchos chavorrucos que no se acostumbran aún a ver series en Netflix o se sienten atraídos por aquellas que conocemos de hace algunos años, pro vaya que hay opciones nuevas que nos cuentn buenas historias y no sólo eso, también nos remontan a todo aquello que extrañamos. Tal es el caso de Stranger Things que dio de que hablar desde su primera temporada y ahora con la segunda no es diferente, más allá de la historia que no les vamos a spoilerear por aquello de los reclamos, es un must viajar por el tiempo con la espectacular ambientación y particularmente la moda que ha sido recreada con lujo de detalle. En esta segunda temporada, la década de los 80s, particularmente 1984 tiene un toque espectacular, justo aquellas épocas en las que Madonna se forjaba como la reina de Pop y ponía de moda los tirantes del brassiere por fuera, las blusas transparentes de encaje, american apparel y sus licras, una mezcla del punk y el rock que iban definiendo a una generación llena de excesos pero con hambre de descubrir el mundo. Es por esto que, según contaba Kimberly Adams, responsable de vestuario de los primeros capítulos de la serie en una entrevista a GQ, «el mayor reto fue recrear ropa normal, la que podrían llevar padres y niños normales de la época en el midwestamericano»

Los 80s se caracterizaron precisamente por el caracter unisex de la moda: chaquetas, pantalones, zapatillas o las tendencias en el cabello (cardados o mullet) lo disfrutaban tanto hombres como mujeres y todo esto podemos revivirlo en esta serie, pero mejor aún reinventarlo en nuestro día a día, somos la generación de chavorrucos, por eso tenemos permitido usar, reinventar y arriesgarnos mucho más con nuestro vestir ¿ lo intentamos?