El coleccionismo es, en muchas ocasiones, una afición que recupera todo aquel recuerdo chavorruco. En plena evolución tecnológica son muchos los dispositivos que hace unos años marcaban un día a día y que hoy están totalmente obsoletos y, por ello, son buscados tanto por los nostálgicos, como por los que ven en ello un foco de negocio.
Una casa de subastas alemana vendió a mediados de este año un Apple I, el histórico primer ordenador personal que produjo a finales de los 70 la marca, por 110.000 euros. Su secreto es que es uno de los contados modelos que aún funcionan. No obstante, el precio final no alcanzó las expectativas, según reconoció el responsable de la casa de subastas, Uwe Breker, que había estimado que la venta podía alcanzar los 300.000 euros.
Los móviles de los años 90, walkmans o Game Boys pueden llegar a alcanzar un valor de miles de euros en la Red. Tanto es su éxito que muchas empresas pretenden sacar nuevos modelos inspirados en lo antiguo, como ha sido la vuelta del Nokia 3310, con un visible cambio de imagen.
Las máquinas recreativas arcade con juegos clásicos como el tetrix o el pacman también son muy demandadas entre los coleccionistas y su tasación en la Red aumenta con el paso de los años.