Chavorrucos, los museos sirven para recordar, llevarnos nuevos conocimientos, aprender de historia; nos ayudan a culturizarnos y a la vez divertirnos. Nada mejor que visitar algunos de ellos en la CDMX.

Es una catedral industrial dedicada al estudio de las monedas, y un lugar, que contrario a lo que uno piense, es fascinante.

Es un recinto cultural que exhibe lo más representativo de la cultura del tequila y el mezcal a través de exposiciones, conferencias, conciertos, muestras de gastronomía y otras manifestaciones culturales.

 

El museo da cabida a la colección personal del escritor Carlos Monsiváis que abarca pinturas, fotografía, juguetes, álbumes; calendarios, publicidad y libros.

 

Creado para divulgar el arte y la cultura en el norte de la Ciudad de México. Cuenta con cuatro museos Memorial del 68, Sala de Colecciones Universitarias, Museo de Sitio Tlatelolco y la Colección Stavenhagen y con la Unidad de Vinculación Artística, espacio donde se imparten talleres en diversas disciplinas artísticas. Además es sede de ciclos de cine, conferencias, charlas literarias y otras actividades de tipo cultural.

 

Es el único castillo real en nuestro continente. Fue el hogar de los virreyes españoles y el Emperador Maximiliano de Habsburgo. Posteriormente fue también Casa Presidencial hasta 1940. Alberga una amplia colección de pinturas, fotografías, documentos y objetos que nos muestran de una manera formidable los pasajes de nuestra historia desde antes de la colonización, hasta nuestros días.

 

Su labor principal es compartir la colección de Fundación Carlos Slim, que ofrece más de 3 siglos de arte americano y europeo, en espacios de encuentro para todos, que motiven la reflexión y el diálogo en el panorama cultural latinoamericano, mediante el compromiso y la acción social.

 

Está concebido para albergar y exhibir el legado arqueológico de los pueblos de Mesoamérica, así como para dar cuenta de la diversidad étnica actual del país.

 

 

Permite a sus visitantes descubrir la profunda relación que existe entre Frida Kahlo y Diego Rivera, sus pinturas y su hogar.

Es el legado de Diego Rivera, un espacio que resguarda su apabullante colección: más de 50 mil piezas prehispánicas que habitan una maravillosa casona también de tintes prehispánicos, diseñada personalmente por el muralista.

Busca difundir el respeto a la diversidad y la tolerancia con base en el recuerdo histórico mediante el uso de exposiciones de genocidios y presentaciones multimedia de los valores a favor de la tolerancia.